Concierto: Leonard Cohen, Palacio de los Deportes, 12-09-09
domingo, 13 de septiembre de 2009 by TyhwerAyer, en el concierto de Leonard Cohen, tuve una extraña sensación de anacronismo. Allí estaba yo, viendo a ese señor que, atendiendo a la lógica, no debería estar dando conciertos a sus 75 años, menos aún teniendo en cuenta que en 1994 se retiró del mundanal ruido y se recluyó en un monasterio. Yo por aquel entonces tenía ocho años, y de Leonard Cohen tenía pocas referencias. Había por mi casa un vinilo, "Poeta en Nueva York", que contenía "Take This Waltz", y ya por entonces me gustaba, pero evidentemente no sabía nada de aquel cantante de voz gravísima. Según fuí descubriendo su música, lo hice siendo consciente de que con toda probabilidad nunca podría disfrutar de sus canciones en directo. Y sin embargo, por circunstancias de la vida, el bueno de Cohen se ve obligado a recorrer el mundo recitando su repertorio a auditorios entregados, como ocurrió ayer.
Fueron tres horas de canciones de amor y odio, de sexo y muerte, de poesía. Entre ellas, por supuesto, "Take This Waltz", que ahora sé que es la adaptación de un poema de Federico García Lorca. Y es extraño presenciar en vivo y en directo música que ha sido piedra fundacional de mi vida, con la que he crecido, que siempre ha estado ahí, atemporal, inerte. Ayer tarareé aquello de "Now in Vienna there's ten pretty women, there's a shoulder where death comes to cry", como tantas veces otras veces. Pero en esta ocasión, lo hice junto con otras 15.000 personas, entre ellas un señor de Montreal trajeado y con sombrero, y que pasa por ser, para mi humilde gusto, el mejor letrista de la historia.
Desde el minuto uno el público estaba en pie para aplaudir, y en cada una de las frases míticas de sus canciones se producía una ovación: "I was born with the gift of a golden voice", "We are ugly but we have the music", "Goodnight my darling, I hope you're satisfied"... En el repertorio no faltó nada, incluyendo mi favorita, "Famous Blue Raincoat". Destacaron también "Who By Fire", "First We Take Manhattan", "In My Secret Life", "The Partisan"...
El tratamiento musical fue correcto, elegante, sin aspavientos. El problema que se presenta al adaptar sus producciones de los 80, que han envejecido mal, es resuelto con eficacia buscando un punto medio, en el que aún suenan sintetizadores y midi pero se añaden elementos como el laúd, predominante durante todo el concierto en las manos del barcelonés Javier Mas. Sharon Robinson, caoutora de muchos de los últimos temas de Cohen, recibió una lluvia de aplausos cada vez que su voz adquiría protagonismo. Y en los coros, las hermanas Webb cumplieron perfectamente, encargándose ellas solas de una emocinante versión con arpa y guitarra de "If It Be Your Will" e incluso haciendo alguna demostración acrobática, para el desconcierto general.
Y así pasó el concierto. Debo decir que la voz de Cohen, que ha sido criticada durante esta gira, me pareció perfecta en todo momento. No hubo una nota mal puesta y el tono es exactamente el mismo que ha mantenido en sus últimos discos. Cualquiera puede hacerse una idea aproximada de esta gira con "Live in London", disco y dvd que recogen un concierto en Londres de 2008. Lo de ayer fue idéntico, pero claro, hay que estar allí para disfrutarlo en condiciones. Aún así:
Leonard Cohen - Suzanne (Live in London)
El final fue especialmente emotivo. Cohen mencionó durante el concierto que probablemente nunca vuelva a tocar en Madrid. Tiene la edad que tiene, y es difícil que vuelva a embarcarse en otra gira mundial cuando acabe la presente. Con esto en mente, y así lo dijo, dió todo lo que tiene, no se reservó nada. Visiblemente agradecido, emocionado, deseó una feliz vida a los allí presentes, recomendó conducir con cuidado y salió del escenario dando saltitos. Yo, por mi parte, me dirigí a la salida y me fuí a casa, contento, extrañado y privilegiado de poder haber asistido a un concierto de Leonard Cohen.
Fotos: